EL CENTRO SE DISTINGUE POR SU LEVEDAD

Alguien pregunta a un maestro anciano:


¿Cómo haces tú cuando ayudas a otros? Muchas veces vienen a verte personas, pidiéndote consejo en asuntos de los que sólo sabes poco. Pero después se encuentran mejor.


El maestro le dice:


No depende del saber que uno se pare en el camino y no quiera seguir adelante. Porque busca seguridad donde se pide valor, y libertad donde la verdad ya no le deja elección. Y así va dando vueltas. El maestro, sin embargo, resiste al pretexto y a la apariencia. Busca el centro, y allí recogido espera -como uno que extiende las velas ante el viento-, si acaso le alcanza una palabra eficaz. El otro, al acercarse a él, lo encuentra allí donde él mismo tiene que llegar, y la respuesta es para ambos. Ambos son oyentes.


Y aún añade:


El centro se distingue por su levedad.


El centro se distingue por su levedad -cuando se le deja el tiempo de vibrar-.
La levedad resulta de la concordancia con el centro.
Bert Hellinger

PERDÓN RADICAL (www.perdonradical.es)

¿Qué es el Perdón Radical?  

¿Qué es el Autoperdón Radical?


La historia de Jill en la sección Descargas ilustra los milagros que ocurren cuando vivencias el Perdón Radical.
Si es radical será algo más que simplemente perdón, ¿verdad? Pero ¿qué diferencia hay y qué relevancia tiene?
El perdón que todos conocemos recomienda archivar el pasado y es perfecto hasta donde alcanza. Sin embargo le acompaña la convicción de que algo malo ocurrió y esto nos mantiene en la casilla del victimismo por mucho que deseemos avanzar y nos empeñemos en perdonar. El perdón tradicional se mueve entre dos aguas, dos energías incompatibles: la necesidad de condenar y el deseo de perdonar.
balanza perdon
Cuanto mayor es el daño más se inclina la balanza hacia la necesidad de condenar. Sin duda, unos años de terapia ayudan pero mientras permanezca algún residuo de pesar, por no hablar de dolor, el auténtico perdón no llega, por mucha compasión que dediquemos a la situación y por mucho que nos esforcemos en olvidar.
balanza perdon
Así no es de extrañar que el perdón que todos conocemos tarde muchos años, además no se puede forzar. No llega porque lo queramos así. Con este tipo de perdón, sólo el tiempo cura las heridas, si nunca lo hace.
En contraste, el Perdón Radical es prácticamente instantáneo y fácil de lograr por medios muy sencillos. No se necesitan conocimientos ni habilidades especiales ni disciplina y lo mejor de todo no hace depender de ningún gurú. No consiste tanto en hacer algo como en abrirnos a un horizonte espiritual.
El Perdón Radical llega como una sencilla consecuencia al considerar la posibilidad de que todo ocurre por alguna razón y de que no hay errores. Si pudiésemos acceder a la gran pantalla espiritual – lo que no está a nuestro alcance – veríamos que la situación fue dirigida por lo divino y que no nos ocurrió a nosotros sino que ocurrió para nosotros. Comprenderíamos que tenía que ocurrir exactamente como lo hizo por el bien supremo de todos los involucrados y que nuestro yo superior atrajo esa experiencia en nuestra vida para propiciar nuestra sanación y nuestro crecimiento espiritual.
El Perdón Radical no es una técnica que altere la mente ni una estructura moral que imponga la obligación de perdonar. Se vivencia como una transformación de consciencia o un movimiento de energía a la vez en nosotros y en la situación misma.
Cuando comprendemos que nuestra vida se despliega exactamente como debe y que todo está guiado por lo divino, encontramos la paz hasta en las situaciones y los recuerdos más desagradables. Cuando alcanzamos la profunda comprensión de que nuestros enemigos nos aman de verdad (a nivel anímico), nuestro corazón se abre y nos liberamos del arquetipo de víctima.
¡En eso consiste la experiencia del Perdón Radical!
El Autoperdón Radical ocurre de la misma manera, con un movimiento de energía. Cuando realmente lo pillamos que no hay víctimas, también nos damos cuenta de que no hay perpetradores. Todos somos jugadores en el juego espiritual que llamamos vida y que provee miríadas de situaciones para aprender, crecer y sanar. Al fin logramos captar el sentido de nuestra imperfección humana y comprender la perfección contenida en la imperfección. Entonces estamos preparados para comprender la verdad de esta frase: ¡No estoy bien, no estas bien pero todo está bien!
¡En eso consiste la experiencia del Autoperdón Radical!
De acuerdo, parece una idea pomposa, hermética y abstracta pero con su libro y sus talleres, Colin Tipping ha conseguido convertirla en un instrumento contundente que funciona en la vida diaria de las personas, que tiene sentido y que de manera sencilla y práctica permite sanar las relaciones personales, étnicas, sociales y laborales.

LIBERACIÓN (POETISA MARIBÍ FRANCO CASTRO. TTANTTA)

Cuando se desliza el velo de la mirada del ego,
puedo ver el perdón asomar hacia ti,
es un lugar sin límites donde no hay víctimas ni verdugos,
es la dicha de traspasar el dolor del ego...
es el pálpito de mi humanidad llamando a la tuya,
es la esencia de los "niños" marcando tiempos de paz.
Cuando se desliza el velo de la mirada del ego,
puedo llorar de liberación por todo el dolor causado de tu personaje al mío,
y del mío al tuyo...
puedo sentir cómo se rompen las verjas de la prisión asfixiante del ego,
y revolcarme de gozo por unos INSTANTES maravillosos llenos de humanidad.

Cuando se desliza el velo de la mirada del ego,
puedo sentir caer las barreras de la duda, la envidia, los celos, rencores,
y comprender a quién representaste en mi tiempo contigo,
puedo AGRADECER que tocaras profundamente mi herida...
hurgaras en ella, pisotearas cualquier intento de salir del drama que tenía que ser
en tu representación inconsciente o consciente...
Cuando se desliza el velo de la mirada del ego,
puedo liberarme de todos los "nombres" que puse a tu ego.
y grito liberada ¡qué los ángeles acolchen tu camino!
...y yo te bendigo por la transformación que hay en mi corazón.

LAS VOCES DE MIS VICTIMAS
Como hienas hambrientas me esperan las voces de mis víctimas,
me rodean, y se para mi respiración.
¿Quién respira? ¿quién para de respirar?
¿qué o quién se da cuenta de la invasión de las víctimas?
Respiro, vuelvo a respirar... hago espacio a la Vida.
Están todas muertas y en un momento, me pueden devorar.
Y la luna negra encima de mi cabeza...
no hay casi luz en esa escena...
pero, algo o alguien la contempla desde la distancia... uff!! ¡menos mal!
Me voy creyendo todo lo que me cuentan y no dejan espacio a la Belleza,
a la Verdad,
al ritmo de la Vida,
que quiere continuar en cada inspiración,
en cada exhalación.

Como hienas hambrientas me esperan las voces de mis víctimas,
me rodean y se para mi respiración.
Es inútil me rindo, me estoy creyendo todo lo que me cuentan,
Son mayoría… ¿ y, yo quién soy que me doy cuenta de toda esta invasiva locura?

“Respira, respira” alguna voz que no son ellas me insiste que respire.
¿Y si grito más alto que ellas? Me susurra otra voz.
No distingo de qué lugar viene esta voz, tampoco.
Estoy cayéndome a no sé donde, con todas ellas…

¡Dios! ¿dónde estás? Te necesito ahora, aquí, entre las hienas…
Me comen y Tú no haces nada, no dices nada.
No ves que soy torpe y estúpida… me creo todo con esta ceguera del ego.
¿De qué sirve llorar? ¿quién llora? ¿quién se rinde al llanto?
¿Otra voz más de ellas, las hienas?
¿Dónde está la salida?

“Respira, respira” vuelvo a escucharla otra vez.
Siento algo distinto, de repente…
El miedo marcando mis escenas más terroríficas,
Y millones de personas encerradas en el mismo fangoso miedo.
Las veo, las siento como yo contraídas de miedo,
envueltas en el mugroso miedo colectivo,
algo me eleva por encima de esta visión…
Y respiro desde otro lugar…
¿es compasión por nuestro sentir común, nuestro sufrimiento común?
¡Es el miedo de la Tierra llamando al Padre!
No estoy sola en mi locura, por salir de aquí,
Algo más profundo me conmueve a respirar libre…
Algo de mi descansa al sentir a la humanidad sufriente.
No sé qué es, no tiene nombre. ¡qué más da!!
He salido de la escena, porque tal vez he salido de mirarme el ombligo.
Entra mejor el aire, y puedo agradecer a Dios que me guía día a día al despertar.

AMANTE (POETA FABIO ALBERTO CORTES GUAVITA)

Ama... amante,
vive la realidad para aprender de ella
sin normas ni mentores ve las cosas por ti misma;
poesía, pintura, música, arte;
todos tratan de decirte que es amor
nadie puede, solo tú que sientes
puedes descubrir esa realidad ignota.

Cuan difícil explicar el sentimiento que te invade...

...al contemplar la euritmia de un cuerpo desnudo,
en la acuidad e intensidad perfecta,
obra magistral de sin igual belleza
fastuosa magnitud, esplendorosa vida.

... al ver un ave en esplendoroso vuelo
perderse en la inmensidad oceánica
de un trigal, de una pradera,
de un mar pletórico de nostalgia
en la infinitud del cosmos absoluto.

... al escuchar el llanto de un impúber
que abre sus ojos al mundo desnudo,
dispuesto a enfrentar los designios de la vida
cual ánfora plena de inquietud eterna
con el brío de quien lo tiene todo.

... al ver el cuerpo sin vida del ser amado
en holocausto inerte, perdido para siempre
en penitente vuelo al pasado suplicante,
en aras de un milagro permutable
logro imperturbable de la acción amante.

... al sentir la risa alegre de la juventud temprana
invadiendo el mundo para conquistar la gloria,
osadía intrépida plena de entusiasmo
para alcanzar el infinito con ardentía y coraje,
con la avidez propia de la edad primera
y del actuar desenfrenado del retador ufano

... al imaginar la celeridad del tiempo
en vestigios de plata ensortijada y nívea,
de repliegues y surcos marcados por el tiempo
en la placidez sosegada y tierna
postrer a la tormentosa existencia
del más vívido esplendor.

Ama sin fórmulas,
sin conocimientos predeterminados
ama sin paradigmas ni maestros,
pues estos solamente impiden amar,
prescinde de todos y quédate
en la clausura del secreto
y ama en el silencio de la soledad

¡Se libre! no aceptes la coacción,
aléjate del conflicto, húyele al control,
acaba con ellos antes que ellos
acaben con el amor
emancípate de las ataduras,
apártate de las modelos... ¡ama!

La flor no va a ti a llevarte el aroma de la vida
la fragancia del amor no se posa en su tibieza,
los efluvios pertinentes ni el bálsamo de la caricia
son redentores de la nada.

El árbol no corre a cobijarte con su sombra,
su silueta protectora no te ampara por antojo
ni el resguardo al abrigarte es auxilio del acaso,
su compañía es servida en oportuno cimiento.

El candil no llevará la luz al sitio donde estés,
tu vida no obtendrá el conocimiento sin buscarlo,
los vestigios de lo etéreo
no son guiados por el faro,
la tea ilumina el sendero
de quien no quiere ver.

No trates desesperadamente de responder
a las expectativas de los otros
no coacciones tu vida, ¡eso no es amor!
no quieras ser tú, ella; no seas tú, él.

El amor es la espontaneidad,
amar es la falta absoluta de auto-conciencia,
ama existiendo libremente de los demás,
ama sin reparar en lo que los otros sientan por ti,
así debe ser el amor;
así son la flor, el árbol y el candil.

Una flor no le niega a nadie su aroma,
lo entrega a cambio de nada
¿Acaso un árbol su protección obstruye?
un candil no discrimina a quien brindar su luz,
su resplandor, su relumbrar.

El amor a más de libre y espontáneo
es bondad y gratuidad
ni el candil, ni la flor, ni el árbol
te piden nada a cambio
mira y descubre el amor tal como es,
sin camuflajes de egoísmo y de codicia.

La bondad es no ver a los demás
como buenos o malos, como justos o pecadores;
la bondad de la flor, del candil y del árbol
está en cuanto no le niegan a nadie su amor,
a nadie ocultan su afecto,
ni siquiera a quienes los destruyen
a quienes los ignoran...
a quienes les odian.

Ama con bondad infinita
Ama con gratuidad inconmensurable
Ama con espontaneidad sincera
Ama con libertad absoluta
Ama... amante.

Poeta Maesse

MASARU EMOTO: ¿DE QUÉ ESTÁ HECHO EL UNIVERSO?

Entender que en esencia somos agua es la clave para develar los misterios del universo. Si reexaminas el mundo que te rodea desde esta nueva perspectiva, verás las cosas como nunca antes lo habías hecho.
Los diversos acontecimientos a lo largo de una vida se reflejan en el agua. Los individuos y la sociedad componen un enorme océano; al añadir nuestras gotas individuales a este océano, participamos en la formación de la sociedad.
Decidí publicar las fotografías de los cristales de hielo, porque deseo que la mayor cantidad de gente posible comparta el mensaje del agua para nosotros. Esta acción constituyó sólo una pequeña gota, pero creó una onda expansiva que ha tenido un enorme impacto en mi vida y en la de muchos otros.
Publiqué mis fotografías en 1999, seis largos años antes de embarcarme en esta inusual aventura. Durante esos años se acumuló una montaña de fotografías en mi oficina que esperaban ser publicadas.
Con el fin de prepararlas para su publicación, procuré darles cierto orden, y entonces me percaté de que una historia se desenvolvía ante mis ojos: una historia grande y maravillosa que cada cristal trataba de relatarme.
Tan pronto como surgió el interés por publicar mis fotos, hablé con varios editores, pero ninguno pareció interesarse en mi idea. Ese rechazo no cambió mi determinación, así que decidí publicar las imágenes de manera independiente. Sin embargo, descubrí que aunque podía costear la impresión de un libro con las fotografías, el sistema de distribución en Japón no me permitiría vender los ejemplares en librerías.
Esto pareció ser un enorme obstáculo, pero decidí no darle importancia. Cuando por fin recibimos los ejemplares, apartamos unos centenares para los amigos y conocidos que habían reservado su copia y los enviamos. Al poco tiempo, algo extraño empezó a ocurrir.
Y todo pareció ocurrir en el momento justo. Hoy la gente busca una manera de dar sentido a este mundo caótico. El libro fotográfico fue como una gota pequeña pero significativa, la cual creó una onda que desde entonces se ha expandido por el mundo.
Aquí presentaré sólo una pequeña selección de mis fotografías. Estas fotografías han sido vistas por japoneses y personas de varios países del mundo, muchas de las cuales me han enviado cartas con ideas y opiniones. La piedrecilla que lancé al estanque ha generado una gran onda que ahora regresa a mí.
Quedé asombrado de que tanta gente se impresionara por el efecto que la energía de la conciencia y las palabras humanas tenían en la formación de cristales de hielo.
A pesar de que la idea de que palabras y pensamientos pueden cambiar el agua y otras sustancias parece tomada de una religión o filosofía radical.
Mostramos palabras al agua. En una botella con agua enrollamos un papel con palabras escritas en él.
Amor
El cristal es tan perfecto como puede serlo. Esto indica que amor y gratitud son fundamentales para la vida en toda la naturaleza.
Ángel y Demonio
La palabra ángel creó un aro de pequeños cristales que se unían, mientras la palabra Satán formó un cristal con una masa oscura en el centro, como si estuviese listo para atacar.

Efectos nocivos de las ondas electromagnéticas
Al parecer, los cristales de hielo se vinculan de manera cercana y permanente con el alma humana. Cuando me pregunto por qué estos cristales han dicho cosas a tanta gente, se que contienen la llave de los misterios del universo, y esta llave puede abrir la conciencia necesaria para entender el orden correcto del universo y el papel que desempeñamos en él.
El agua es el espejo del alma. Ésta tiene muchas caras al alinearse con la conciencia de los seres humanos. Pero, ¿qué confiere al agua la capacidad de reflejar lo que hay en el alma de la gente? Para responder a esta pregunta, primero me gustaría asegurarme de que entiendes este hecho: la existencia es vibración.
El universo entero vibra y cada cosa genera su propia, única frecuencia. Todo lo que digo en este libro se basa en este hecho. Mis años de investigación con el agua me enseñaron que éste es el principio fundamental del universo.
Esto puede decirse con tan sólo cuatro palabras, pero para quienes nunca las han escuchado resultan difíciles de entender.
Quizá pienses, ¿acaso toda la existencia es vibración? ¿Incluso esta mesa? ¿Esta silla?¿Mi cuerpo? ¿Cómo puede ser vibración todo lo que puede verse y tocarse? Es difícil entender que las cosas que puedes tomar con las manos y examinar —madera, rocas, concreto— vibran.
Pero ahora la mecánica cuántica reconoce que, en general, las sustancias son vibraciones. Cuando descomponemos algo en sus partes más pequeñas, entramos a un mundo extraño donde todo lo que existe son partículas y ondas.
Imaginemos que puedes reducir tu cuerpo a un tamaño microscópico y emprendes una exploración para descubrir los secretos de ese universo llamado tú. Pronto verías que todo está formado por átomos, y cada átomo consiste en un núcleo con electrones que giran a su alrededor. El número y la forma de esos electrones, así como sus órbitas, dan a cada sustancia una serie particular de frecuencias vibratorias.
Descubrirías que ninguna sustancia es sólida, sino tan sólo un núcleo rodeado por una onda en rotación permanente. Todo se encuentra en movimiento y vibración constantes, pulsando a una velocidad increíble.
De acuerdo con el hanyashingyo, la sabiduría y el sutra del corazón budistas, “Lo que puede verse no tiene forma, y lo no puede verse sí tiene forma”.
Ahora podemos decir que la ciencia moderna ha probado que esta extraña contradicción, formulada por Buda hace muchísimos años, es cierta.
Nuestros ojos pueden ver objetos, pero no vibraciones. Sin embargo, me gustaría que te preguntaras si acaso no has tenido una experiencia como ésta:
Supón que hablas con alguien en una habitación, donde el ambiente es cálido, amigable y fluido. Entonces, otra persona entra. Justo en el momento de abrir la puerta, notas un cambio en la atmósfera, y en lugar de la calidez anterior, percibes el lugar oscuro y frío.
El rostro del recién llegado tiene una expresión de fastidio y los hombros caídos, alguien que parece cansado de vivir. ¿Cuál será la causa de este dolor? Tal vez le rompieron el corazón, cometió un error en el trabajo o está asqueado de la vida, interprétalo como quieras. Sólo deseo que pienses por qué cambió la atmósfera de la habitación justo cuando abrieron la puerta.
Los humanos también somos seres vibrantes, y cada individuo vibra en una frecuencia única. Cada uno de nosotros posee habilidades sensoriales necesarias para sentir las vibraciones de los demás.
Una persona que experimenta una gran tristeza transmitirá una frecuencia triste, y alguien que siempre está alegre y tiene una vida plena emitirá la frecuencia correspondiente. Una persona que ama a otras proyectará una frecuencia de amor, pero alguien que actúa con maldad emitirá vibraciones oscuras y malignas. Este mismo principio se aplica a objetos y lugares. Por ejemplo, hay lugares donde ocurren accidentes con frecuencia, sitios donde los negocios tienen éxito y crean felicidad.
Y es posible que hayas escuchado sobre alguna joya que lleva la desgracia a sus dueños sucesivos.
Esto no sólo se aplica a objetos físicos, pues los diversos fenómenos en el mundo emiten frecuencias características. Un cambio en la energía de la atmósfera genera rayos y tormentas. Y aunque una energía intensa producirá desastres naturales, debemos entender que no son acontecimientos malignos. Si consideramos la enorme cantidad de energía negativa que se llevan rayos y tormentas, deberíamos agradecerlos.
Por otra parte, piensa que a las personas les gusta convivir para celebrar. Cuando la gente se reúne, viste ropas especiales, canta, baila y festeja, se disipan vibraciones estancadas y malignas, se crean vibraciones alegres.
Todas las cosas vibran y cada una lo hace en su propia frecuencia. Cuando entiendas esto, ampliarás de manera significativa tu comprensión del universo, tus ojos se abrirán a cosas nunca antes vistas —cosas que antes quedaban relegadas al fondo de tu conciencia—. Estos descubrimientos y sentimientos darán nueva vida a tu alma.
Si todo se encuentra en estado de vibración, ello significa que todo crea sonidos.
Esto no quiere decir que escuchemos cada sonido, aunque hay personas que, en apariencia, escuchan las voces de los árboles y otras pueden comunicarse con las plantas. Sea que escuchemos los sonidos o no, podemos decir que la frecuencia única de todos los objetos puede interpretarse como sonido.
Se dice que, en general, el oído humano es capaz de escuchar frecuencias de entre 15 y 20 000 hercios (los hercios [Hz] indican aproximadamente el número de ciclos de onda repetitiva por segundo). En realidad, que nuestros oídos tengan tales límites es algo positivo, de otro modo quizá no podríamos conciliar el sueño.
El mundo natural está muy bien diseñado, todo está en equilibrio. Y mientras se crea el sonido, hay un escucha maestro que recibe ese sonido: el agua.
Piensa por qué la música afecta la formación de cristales y pueden lograrse resultados por completo distintos según las palabras pronunciadas o escritas que se muestran al agua. De nuevo, la respuesta es que todo vibra. El agua —tan sensible a las frecuencias únicas que emite la realidad— refleja el mundo exterior de una manera esencial y eficiente.
La música y las palabras habladas son vibraciones, y casi cualquier persona las entiende e interpreta con facilidad. Los sonidos, como los cantos humanos en un funeral budista, generan una frecuencia curativa.
Pero, ¿cómo podemos interpretar que las palabras escritas en papel y mostradas al agua determinen la formación de cristales? Las propias palabras escritas emiten una vibración única que el agua percibe. El agua refleja con fidelidad todas las vibraciones creadas en el mundo y las convierte en una forma que el ojo humano percibe. Cuando se muestra al agua una palabra escrita, la recibe como vibración y expresa el mensaje de manera específica. (Quizá esto te haga pensar en las letras como un código visual para expresar sonidos.)
Podemos suponer que cuando se forma un cristal geométrico completo, el agua está alineada con la naturaleza y con el fenómeno llamado vida. Los cristales no se forman en agua contaminada por nuestro olvido de las leyes naturales. Cuando intentamos fotografiar cristales de agua de grifo en Tokio, los resultados fueron penosos. Esa agua se esteriliza con cloro, lo cual daña su capacidad innata de formar cristales.
Cuando el agua se congela, sus partículas se juntan para formar el núcleo del cristal y cuando el núcleo crece de una manera estable para convertirse en figura hexagonal, aparece un cristal visible; pero cuando se presenta información en conflicto con la naturaleza, se formará un cristal incompleto.
Las palabras gratitud y amor constituyen principios fundamentales de la naturaleza y de la vida. Por lo tanto, se requiere agua para crear la figura hexagonal. En cambio, palabras como tonta no existen en la naturaleza, y son creaciones humanas.
Es probable que sólo vibraciones de amor y gratitud aparezcan en la naturaleza, y observarla prueba que es verdad. La armonía con que viven árboles y plantas muestra su mutuo respeto. Esto también se aplica al reino animal. Los leones sólo matan cuando tienen hambre. Las plantas bajo la sombra de los árboles no se quejan, y los animales no consumen más alimento del necesario.
Como éstos indican las vibraciones por segundo, los seres humanos vibran a 570 billones de veces por segundo, número que excede a la imaginación y revela un increíble y maravilloso potencial oculto.
Es difícil concebir 42 octavas, pero considera que la frecuencia del ser humano es inmensamente diversa y no tiene paralelo. Guardamos todo un universo en nuestro interior lleno de frecuencias sobrepuestas que componen una sinfonía de proporciones cósmicas.
Cuando hablo a la gente sobre vibraciones y frecuencias, recurro a lo que me gusta llamar teoría del do-re-mi-fa-sol-la-si. Esta sencilla teoría explica que la frecuencia de todo en el cosmos puede resumirse en siete partes: do, re, mi, fa, sol, la y si.
El universo consta de cosas, innumerables, cuyas frecuencias van de la más baja hasta la más alta. Quizá sea útil visualizar las teclas del piano alineadas en orden, comenzando por el sonido más grave. Si presionas las teclas blancas, tocarás do, re, mi, fa, sol, la y si. Cuando subes una octava en el teclado —es decir, de un do al siguiente— la frecuencia se duplica. En otras palabras, la duplicación de frecuencias dividida entre siete partes es do, re, mi, fa, sol, la y si. Por ende, la repetición de los siete sonidos los expresa desde el más grave hasta el más agudo.
Pero, ¿qué iluminación puede obtenerse al ver la frecuencia como sonido?
La revelación más importante es la resonancia. Los sonidos con la misma frecuencia resuenan. Esto puede entenderse al usar un diapasón, artefacto en forma de ‘Y’ empleado para afinar un instrumento o marcar la entonación de la voz.
Cuando se golpea el diapasón con un martillo de goma produce el sonido de la nota la, y un cantante responde con un la; diapasón y voz crean la onda sonora de una sola frecuencia. A esto se le llama resonancia. Cuando una parte crea una frecuencia y la otra responde con el mismo sonido, ambas resuenan. Se dice que las cosas similares se atraen, y así las vibraciones se atraen e interactuan una con la otra.
Y esto también sucede en las relaciones humanas: personas que generan frecuencias similares se atraen, de lo cual surge la amistad. Algunas permanecen indiferentes entre sí, sin importar cuan cerca se encuentren en el terreno físico, Pero, si alguien que no te agrada se acerca a ti y tú reaccionas, significa que, de alguna manera, resuenas con tal individuo.
El gran secreto de las artes marciales japonesas es ganar sin pelear. En esencia, esto significa no resonar con el enemigo. Pelear y ganar provoca una resonancia con el enemigo y, así, el nivel de relación es muy bajo.
Cuando las frecuencias son incompatibles no resuenan. No podemos aceptar lo que fundamentalmente es diferente de nosotros.
Sin embargo, es interesante que la resonancia puede producirse incluso cuando las frecuencias no son idénticas. Esto ocurre, por ejemplo, cuando la frecuencia se duplica. Si tocamos en el piano la tecla la correspondiente a 440 hercios junto con la tecla la una octava abajo, a 220 hercios, se genera un agradable sonido resonante, lo cual también sucede al responder a un diapasón con un sonido una octava abajo.
Cuando la diferencia de frecuencia es del doble, triple, cuádruple, óctuple, etcétera —o de la mitad, una cuarta parte, en fin— de un sonido dado, también se produce resonancia. El principio de esta relación se extiende al infinito. No importa cuan lejanas sean las frecuencias, si uno de los dos números es múltiplo del otro, creará resonancia. Asimismo podemos decir que por cada sonido en cada nivel existe otro resonante en todos los demás niveles.
Si piensas en esto, verás que la gente se siente atraída por Cristo, Buda y otros personajes que emiten un alto nivel de vibraciones, pero también por la escoria de la sociedad (Bonnie y Clyde). Quizá parezca no congruente, pero puede explicarse porque las personas resuenan con otras en varios niveles. Tal vez esta dicotomía constituya un aspecto natural de la vida.
Algo que puede ayudarnos a comprender mejor lo anterior es cómo interpretar, desde la perspectiva de vibraciones y frecuencias, el fenómeno de dos personas que se enamoran.
El amor es una especie de resonancia. Por ejemplo, si la capacidad de tu nivel de frecuencia es diez, resonarás con otras personas del mismo nivel, o quizá con alguien que posea uno superior, digamos de doce.
Cuando las personas resuenan y se enamoran, se elevan al nivel más alto de su capacidad. Si alguien con una capacidad diez, de la cual sólo ha usado cinco partes, se enamora de un nivel doce, entonces él o ella naturalmente hará uso del nivel diez de su capacidad, aumentando la frecuencia.
Cuando estás enamorado, te desempeñas mejor en el empleo, y es posible que tu trabajo (y a menudo tu entorno) cambie sin que lo adviertas. Las personas que continúan trabajando bien en edad avanzada, de manera casi inevitable están enamoradas. Claro que no se limitan al amor de pareja, sino que incluyen respeto y atracción desinteresados hacia otras personas. El amor tiene el efecto de elevar nuestro nivel de frecuencia y hacernos brillar.
¿Acaso no sería maravilloso que pudiésemos estar enamorados toda la vida?
La mayoría de los objetos en la naturaleza emiten frecuencias estables. En lo básico, todos los gorriones suenan igual (aunque quizá los gorriones reconozcan ligeras diferencias), y los sonidos que producen perros o gatos no presentan muchas variaciones. En cambio, el ser humano es capaz de utilizar toda la escala, do, re, mi, fa, sol, la y si, para crear bellas melodías. ¿No crees que es una capacidad maravillosa?
Los humanos somos los únicos que resonamos con todas las demás criaturas y objetos de la naturaleza. Podernos hablar con todo lo que existe en el universo, transmitir y recibir energía. Pero, esta habilidad es un arma de doble filo. Cuando la gente sólo actúa en beneficio propio, emite una energía que destruye la armonía de la naturaleza.
El descuido de nuestra Tierra es resultado de un afán desmedido por la utilidad y por la satisfacción de la codicia, iniciada con la Revolución Industrial. Esto ha llevado a la gente a un estilo de vida basado en el consumo, lo que amenaza seriamente el medio ambiente global.
Acabamos de iniciar un nuevo siglo y nos hallamos en un momento histórico que requiere cambios drásticos en nuestra manera de pensar. Sólo los humanos podemos resonar con el resto del mundo. Por ello, es indispensable cambiar las ideas, de modo que vivamos en armonía con la naturaleza, atajando la destrucción de la Tierra. Las vibraciones que proyectemos y el tipo de planeta que construyamos, dependerá de cada individuo.

MACROBIOTICA. BREVE INTRODUCCIÓN

"No hace falta ocuparse de la enfermedad, porque es inútil, ya que es variable, y está siempre ahí. Hace falta crear en el cuerpo humano el medio en el cual esta no incube" George Oshawa

La macrobiótica no es exclusivamente una dieta, un régimen, es un estilo de vida que tiene como objetivo último ayudarnos a desarrollar nuestro potencial humano, a dejarnos guiar por las leyes de la naturaleza desde un punto de vista biológico (a través de la alimentación), ecológico, social y espiritual (tratando a los otros y nosotros mismos con amor y comprensión y asumiendo nuestra responsabilidad como un pequeño eslabón de una gran cadena de seres y fenómenos).

"Macro"- grande y "Bios"- vida: "Gran vida". La alimentación nos proporciona la base biológica de la salud para disfrutar la vida en todo su esplendor y para tener sensibilidad con todo lo que nos rodea.

Somos literalmente lo que comemos. Los alimentos crean nuestra que va nutrir las células, los órganos, el cerebro.

La macrobiótica es una vía de conocimiento de sí mismo y del universo a través de la aplicación práctica de la filosofía del extremo oriente basada sobre el conocimiento de las dos fuerzas antagonistas y complementarias: Yin y Yan, que rigen todas als manifestaciones del mundo relativo.

Se trata para el hombre de alcanzar la salud perfecta, de cuerpo y mente con el fin de establecerse en la vida verdadera que está compuesta de libertad infinita, justicia absoluta y amor eterno.

La salud del cuerpo se construye, entre otras cosas (vease apartado "SECRETOS ETERNOS DE LA SALUD") consumiendo y preparando alimentos de manera equilibrada combinando el Yin y el Yan.

La salud mental se obtiene gracias al entendimiento del funcionamiento del universo que permite el desvelo del juicio hasta experimentar la conciencia perfecta que tendría que ser el propio ser humano.

Tenemos el libre albedrío para escoger comer y vivir como queremos, pero hay una responsabilidad inherente a cada una de las decisiones que tomamos. No existen alimentos prohibidos, pero existe una criterio a partir del cual podemos escoger de una forma más saludable y consciente.

Esencialmente, en la práctica de la macrobiótica, la salud y la felicidad comienzan en cada uno de nosotros y nuestras vidas son en gran parte un reflejo de nuestras decisiones y prioridades.

MACROBIOTICA. UN POCO DE HISTORIA

Un poco de historiLa palabra macrobiótica, fue utilizada por filósofos griegos como Hipócrates. En el siglo XVIII por un profesor de medicina alemán, médico personal de Goethe llamado Christoph Von Hufeland que escribió un libro "La macrobiótica, el arte de prolongar la vida" donde prescribe recomendaciones muy semejantes a las de la macrobiótica moderna. A finales del siglo XIX, un médico del ejército japonés, Sagen Ishisuka, se curó de una enfermedad de riñones incurable desde la medicina alópata utilizando un régimen alimenticio basado en cereales integrales y verduras. Él fundó la primera organización macrobiótica denominada "Sokuiokai" y fue extremadamente famoso en Japón a finales del siglo XIX principios del XX.

Para Ishizuka todos los problemas de salud y sociales tienen como origen una mala nutrición, particularmente un desequilibrio entre Sodio y Potasio. Y para él, todos los problemas podían ser corregidos adoptando una práctica alimenticia apropiada para la constitución biológica humana, en especial la utilización de cereales integrales y verduras como alimentos principales.

El trabajo de Ishizuka fue continuado y desarrollado por George Ohsawa, que en los años 30 trae esa enseñanza a Europa, en especial a Francia y Bélgica. Ohsawa escribió decenas de libros y fue relativamente conocido en Francia, pero de una forma general lo que más se conoce de él, es una práctica alimentaria macrobiótica extremadamente restrictiva que no se adapta bien (en mi opinión) con la vida moderna. A pesar de lo estricto de su dieta, Ohsawa aconsejaba según la condición específica del individuo. Para él, la práctica macrobiótica era comer siguiendo las necesidades, en constante cambio, de cada uno. Aunque en la práctica diaria, los cereales integrales y las verduras continúan siendo los alimentos más indicados para el ser humano y consecuentemente aquellos que más ayudan a crear y mantener la salud. 

Discípulos directos orientales de Ohsawa: Michio y Aveline Kushi, Herman y Cornelia Aihara, Tomio y Bernardete Kikuchi, Shizuko Yamamoto, Clim Yoshimi...

En la generación actual la mayoría de estudiosos y transmisores de esta filosofía son en su mayoría europeos y norteamericanos.

Hacer una mención especial a Michio Kushi, residente en EEUU, desarrolló un modelo de alimentación más simple de comprender y más adaptado a la vida moderna denominado "Dieta macrobiótica estandar" (Standar macrobiotic diet) que es el modelo de alimentación utilizado por al mayoría de los practicantes de la macrobiótica actualmente.

Michio Kushi es además asesor del primer centro macrobiótico de España: "Sha wellness clinic de El Albir. Alincante.

MACROBIÓTICA

Comer según nuestras características biológicas. El hombre, a pesar de tener la capacidad de digerirlo todo, es por naturaleza un ser destinado a comer mayoritariamente alimentos de origen vegetal y en particular cereales integrales y verduras.

La alimentación se debe adaptar a los diferentes climas y zonas geográficas. Debes ser también tradicional, o sea, debemos escoger un estilo alimenticio que haya sido practicado durante siglos.

La noción de polaridad o la teoría del Yin-Yang es una parte esencial de este estilo de vida. Así como la idea de que todos los fenómenos, alimentos incluidos, tienen cualidades energéticas postmetafísicas y que al armonía relativa se consigue cuando equilibramos estos dos polos Yin y Yang en nuestras vidas.

CÍRCULO DE MUJERES

 El poder de los círculos de mujeres sobre la sociedad crece a partir de la conciencia que tienen sus componentes, que suele ser muy elevada. La autoestima, el éxito y el desarrollo del talento tienen que ver con el hecho de que nos hayan escuchado y valorado, amado por lo que somos, animado y apoyado para que lleváramos aquello que nos creíamos capaces de hacer. Cuando existe un apoyo práctico o psicológico que pueda provocar un cambio significativo, es más probable que ese cambio suceda. El hecho de que los demás crean en nosotras, o tengan el mismo punto de vista, o bien sean modelos de conducta, tiene una influencia invisible y poderosa. La fuerza para resistir ante la colectividad procede de hallarse en un pequeño círculo formado por personas conscientes con un generoso objetivo común. Ese círculo nos permite seguir adelante a pesar del sentido del ridículo, o de los oponentes que manifiestan que no sabemos de lo que estamos hablando, o de que no pertenecemos a esa esfera en la que nos queremos situar.
Los círculos de mujeres con conocimiento, con un centro espiritual tienen el potencial necesario para cambiar el mundo, lo cual lleva a su vez a la formación de otros círculos, que quizás se encuentren más allá de la estupidez de las fronteras.
Mediante la luz de la conciencia debemos hacer desaparecer la búsqueda egoísta de placer, de seguridad y de poder. Esa necesidad de dominar a los demás que nace del miedo debe terminar.

LA ABUELA MARGARITA, CURANDERA, GUARDIANA DE LA SABIDURÍA MAYA

Cuando necesito algo, me lo pido a mí misma

Tengo 71 años. Nací en el campo, en el estado de Jalisco (México), y vivo en la montaña. Soy viuda, tengo dos hijas y dos nietos de mis hijas, pero tengo miles con los que he podido aprender el amor sin apego. Nuestro origen es la madre tierra y el padre sol. He venido a la Fira de la Terra para recordarles lo que hay dentro de cada uno.
-¿Dónde vamos tras esta vida?

-¡Huy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. La muerte simplemente es dejar el cuerpo físico, si quieres.
-¿Cómo que si quieres...?

-Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa. Aprendí mucho de ella.
-Ya se la ve a usted sabia, abuela.

-El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo. Los curanderos valoramos y queremos mucho los cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra), los llamamos abuelos. La cuestión es que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.
-¿Con quién?

-Con el fuego. "Yo estoy en ti", me dijo. "Ya lo sé", respondí. "Cuando decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?", dijo. "¿Cómo lo hago?", pregunté.
-Interesante conversación.

-"Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-, ocupamos el cien por cien dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar y ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?".
-¿Y para qué quieres el cuerpo?

-Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y de mi hija.
-Hola.

-El muertito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de 90 años. Tres meses antes de morir decidió el día. "Si se me olvida -nos dijo-, me lo recuerdan". Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso ropa nueva y nos dijo: "Ahora me voy a descansar". Se tumbó en la cama y murió.

Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías...
-Y usted, abuela, ¿cómo quiere morir?

-Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso. Se fue a la montaña: "Al anochecer vengan a por mi cuerpo". Se le oyó cantar todo el día y cuando fueron a buscarle la tierra estaba llena de pisaditas. Así quiero yo morirme, danzando y cantando. ¿Sabe lo que hizo mi papá?
-¿Qué hizo?

-Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos. Recorrió los lugares que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse. La muerte no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio. Mi hija me está diciendo: "Habla de mí", así que le voy a hablar de ella.
-Su hija, ¿también decidió morir?

-Sí. Hay mucha juventud que no puede realizarse, y nadie quiere vivir sin sentido.
-¿Qué merece la pena?

-Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados, que la tierra es nuestra madre y el sol nuestro padre. Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra. "¿Cómo voy a ser propietario de la madre tierra?", decían.
-Aquí la tierra se explota, no se venera.

-¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y gran espíritu. Y cuando hablamos de la madre tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.
-¿Cuál es la misión de la mujer?

-Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la madre tierra. Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de senti-do. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo...
-...

-Que pueden usar el poder del gran espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.
-Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.

-Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.
-Mientras no te empaches de ti mismo.

-Debemos sutilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender. Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los otros, las plantas, los animales. Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, la vida es deleite.
-¿Desde cuándo lo sabe?

-Momentos antes de morir mi hija me dijo: "Mamá, carga tu sagrada pipa, tienes que compartir tu sabiduría y vas a viajar mucho. No temas, yo te acompañaré". Yo vi con mucho asombro como ella se incorporaba al cosmos. Experimenté que la muerte no existe. El horizonte se amplió y las percepciones perdieron los límites, por eso ahora puedo verla y escucharla, ¿lo cree posible?
-Sí.

-Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento: "Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos". Creo que ese tiempo ha llegado.

EL NUEVO SUEÑO

El Cielo en la Tierra.
Quiero que olvides todo lo que has aprendido en tu vida. Este es el principio de un nuevo entendimiento, de un nuevo sueño.
El sueño que vives lo has creado tú. Es tu percepción de la realidad que puedes cambiar en cualquier momento.
Tienes el poder de crear el Infierno y el de crear el Cielo. ¿Por qué no soñar un sueño distinto?
¿Por qué no utilizar tu mente, tu imaginación y tus emociones para soñar el Cielo?
Sólo con utilizar tu imaginación podrás comprobar que suceden cosas increíbles. Imagínate que tienes la capacidad de ver el mundo con otros ojos siempre que quieras. Cada vez que abres los ojos, ves el mundo que te rodea de una manera diferente.
Ahora, cierra los ojos, y después, ábrelos y mira.
Lo que verás es amor que emana de los árboles, del Cielo, de la luz. Percibirás el amor que emana directamente de todas las cosas, incluso de ti mismo y de otros seres humanos. Aun cuando estén tristes o enfadados, verás que por detrás de sus sentimientos, también envían amor.
Quiero que utilices tu imaginación y la percepción de tus nuevos ojos para verte a ti mismo viviendo un nuevo sueño, una vida en la que no sea necesario que justifiques tu existencia y en la que seas libre para ser quien realmente eres.
Imagínate que tienes permiso para ser feliz y para disfrutar de verdad de tu vida. Imagínate que vives libre de conflictos contigo mismo y con los demás.
Imagínate que no tienes miedo de expresar tus sueños. Sabes qué quieres, cuándo lo quieres y qué no quieres. Tienes libertad para cambiar tu vida y hacer que sea como tú quieras. No temes pedir lo que necesitas, decir que sí o que no a lo que sea o a quien sea.
Imagínate que vives sin miedo a ser juzgado por los demás. Ya no te dejas llevar por lo que otras personas puedan pensar de ti. Ya no eres responsable de la opinión de nadie. No sientes la necesidad de controlar a nadie y nadie te controla a ti.
Imagínate que vives sin juzgar a los demás, que los perdonas con facilidad y te desprendes de todos los juicios que sueles hacer. No sientes la necesidad de tener razón ni de decirle a nadie que está equivocado.
Te respetas a ti mismo y a los demás, y a cambio, ellos te respetan a ti.
Imagínate que vives sin el miedo de amar y no ser correspondido. Ya no temes que te rechacen y no sientes la necesidad de que te acepten. Puedes decir: «Te quiero», sin sentir vergüenza y sin justificarte.
Puedes andar por el mundo con el corazón completamente abierto y sin el temor de que te puedan herir.
Imagínate que vives sin miedo a arriesgarte y a explorar la vida. No temes perder nada. No tienes miedo de estar vivo en el mundo y tampoco de morir.
Imagínate que te amas a ti mismo tal como eres. Que amas tu cuerpo y tus emociones tal como son.
Sabes que eres perfecto tal como eres.
La razón por la que te pido que imagines todas estas cosas es porque ¡son todas totalmente posibles!
Puedes vivir en un estado de gracia, de dicha, en el sueño del Cielo. Pero para experimentarlo, en primer lugar tienes que entender en qué consiste.
Sólo el amor tiene la capacidad de proporcionarte este estado de dicha. Es como estar enamorado.
Flotas entre las nubes. Percibes amor vayas donde vayas. Es del todo posible vivir de este modo permanentemente. Lo es porque otros lo han conseguido y no son distintos de ti. Viven en un estado de dicha porque han cambiado sus acuerdos y sueñan un sueño diferente.
Una vez sientas lo que significa vivir en estado de dicha, lo adorarás. Sabrás que el Cielo en la Tierra existe de verdad. Una vez sepas que es posible permanecer en él, hacer el esfuerzo para conseguirlo sólo dependerá de ti. Hace dos mil años, Jesús nos habló del reino de los Cielos, del reino del amor, pero no había casi nadie preparado para oírlo. Dijeron: «¿A qué te refieres? Mi corazón está vacío, no siento el amor del que hablas, no siento la paz que tú tienes». Eso no es necesario. Sólo imagínate que su mensaje de amor es posible y descubrirás que es tuyo.
El mundo es precioso, es maravilloso. La vida resulta muy fácil cuando haces del amor tu forma de vida.
Es posible amar todo el tiempo sí uno elige hacerlo. Quizá no tengas una razón para amar, pero si lo haces, verás que te proporciona una gran felicidad. El amor en acción sólo genera felicidad. El amor te traerá paz interior. Cambiará tu percepción de todas las cosas.
Puedes verlo todo con los OJOS del amor. Puedes ser consciente de que el amor te rodea por todas partes. Cuando vives de esta manera, la bruma de tu mente se disipa. El mitote desaparece para siempre.
Esto es lo que los seres humanos hemos buscado durante siglos. Durante miles de años hemos buscado la felicidad, que es el paraíso perdido. Los seres humanos nos hemos esforzado mucho por alcanzarla, y esto forma parte de la evolución de la mente. Este es el futuro de la humanidad.
Esta forma de vida es posible y está en tus manos. Moisés la llamó la Tierra Prometida, Buda la llamó el Nirvana, Jesús la llamó el Cielo y los toltecas la llaman el Nuevo Sueño. Por desgracia, tu identidad está mezclada con el sueño del planeta. Todas tus creencias y tus acuerdos están ahí, en la bruma. Sientes la presencia del parásito y crees que eres tú. Esto dificulta tu liberación: dejar marchar al parásito y crear un espacio para experimentar el amor. Estás vinculado al Juez y a la Víctima. Sufrir hace que te sientas seguro porque es algo que conoces a la perfección.
Pero, en realidad, no hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque eliges hacerlo. Si examinas tu vida, descubrirás muchas excusas para sufrir, pero no encontrarás una buena razón para hacerlo. Lo mismo ocurre con la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque eliges serlo. La felicidad, igual que el sufrimiento, es una elección.
Tal vez no podamos escapar del destino del ser humano, pero podemos elegir entre sufrir nuestro destino o disfrutar de él, entre sufrir o amar y ser feliz, entre vivir en el Infierno o vivir en el Cielo. Mi elección personal es vivir en el Cielo. ¿Y la tuya?

Dr. Miguel Ruiz