AMANTE (POETA FABIO ALBERTO CORTES GUAVITA)

Ama... amante,
vive la realidad para aprender de ella
sin normas ni mentores ve las cosas por ti misma;
poesía, pintura, música, arte;
todos tratan de decirte que es amor
nadie puede, solo tú que sientes
puedes descubrir esa realidad ignota.

Cuan difícil explicar el sentimiento que te invade...

...al contemplar la euritmia de un cuerpo desnudo,
en la acuidad e intensidad perfecta,
obra magistral de sin igual belleza
fastuosa magnitud, esplendorosa vida.

... al ver un ave en esplendoroso vuelo
perderse en la inmensidad oceánica
de un trigal, de una pradera,
de un mar pletórico de nostalgia
en la infinitud del cosmos absoluto.

... al escuchar el llanto de un impúber
que abre sus ojos al mundo desnudo,
dispuesto a enfrentar los designios de la vida
cual ánfora plena de inquietud eterna
con el brío de quien lo tiene todo.

... al ver el cuerpo sin vida del ser amado
en holocausto inerte, perdido para siempre
en penitente vuelo al pasado suplicante,
en aras de un milagro permutable
logro imperturbable de la acción amante.

... al sentir la risa alegre de la juventud temprana
invadiendo el mundo para conquistar la gloria,
osadía intrépida plena de entusiasmo
para alcanzar el infinito con ardentía y coraje,
con la avidez propia de la edad primera
y del actuar desenfrenado del retador ufano

... al imaginar la celeridad del tiempo
en vestigios de plata ensortijada y nívea,
de repliegues y surcos marcados por el tiempo
en la placidez sosegada y tierna
postrer a la tormentosa existencia
del más vívido esplendor.

Ama sin fórmulas,
sin conocimientos predeterminados
ama sin paradigmas ni maestros,
pues estos solamente impiden amar,
prescinde de todos y quédate
en la clausura del secreto
y ama en el silencio de la soledad

¡Se libre! no aceptes la coacción,
aléjate del conflicto, húyele al control,
acaba con ellos antes que ellos
acaben con el amor
emancípate de las ataduras,
apártate de las modelos... ¡ama!

La flor no va a ti a llevarte el aroma de la vida
la fragancia del amor no se posa en su tibieza,
los efluvios pertinentes ni el bálsamo de la caricia
son redentores de la nada.

El árbol no corre a cobijarte con su sombra,
su silueta protectora no te ampara por antojo
ni el resguardo al abrigarte es auxilio del acaso,
su compañía es servida en oportuno cimiento.

El candil no llevará la luz al sitio donde estés,
tu vida no obtendrá el conocimiento sin buscarlo,
los vestigios de lo etéreo
no son guiados por el faro,
la tea ilumina el sendero
de quien no quiere ver.

No trates desesperadamente de responder
a las expectativas de los otros
no coacciones tu vida, ¡eso no es amor!
no quieras ser tú, ella; no seas tú, él.

El amor es la espontaneidad,
amar es la falta absoluta de auto-conciencia,
ama existiendo libremente de los demás,
ama sin reparar en lo que los otros sientan por ti,
así debe ser el amor;
así son la flor, el árbol y el candil.

Una flor no le niega a nadie su aroma,
lo entrega a cambio de nada
¿Acaso un árbol su protección obstruye?
un candil no discrimina a quien brindar su luz,
su resplandor, su relumbrar.

El amor a más de libre y espontáneo
es bondad y gratuidad
ni el candil, ni la flor, ni el árbol
te piden nada a cambio
mira y descubre el amor tal como es,
sin camuflajes de egoísmo y de codicia.

La bondad es no ver a los demás
como buenos o malos, como justos o pecadores;
la bondad de la flor, del candil y del árbol
está en cuanto no le niegan a nadie su amor,
a nadie ocultan su afecto,
ni siquiera a quienes los destruyen
a quienes los ignoran...
a quienes les odian.

Ama con bondad infinita
Ama con gratuidad inconmensurable
Ama con espontaneidad sincera
Ama con libertad absoluta
Ama... amante.

Poeta Maesse

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